El principal festival de cine del mundo cerró su edición de este año. Todos los participantes, ganadores y no, volvieron a sus respectivos países de estadía. Quedó un poco de cruda física y monetaria para todos. Pero valió la pena.
Sin duda, y como se dijo frecuentemente en estas pasadas dos semanas, México fue una de las delegaciones más grandes, más fiesteras y que generó muchas expectativas y sorpresas.
Sin duda, y como se dijo frecuentemente en estas pasadas dos semanas, México fue una de las delegaciones más grandes, más fiesteras y que generó muchas expectativas y sorpresas.
Hay dos avances que la industria necesita de su lado fuertemente para crecer: los medios y las ventas. Y Cannes ayudó a cimentar ambas.
Aunque hubo muchos asistentes nacionales, los medios (aquí y allá) cubrían mayormente las andanzas de los usual suspects: González-Iñárritu, Gael García Bernal y Diego Luna. Sin duda sus participaciones, presentando la esperada ‘Biutiful’, siendo director de un jurado y presentando su ópera de ficción ‘Abel’, lo justificaban. Aún así, otras personas como Marina Stavenhagen, directora del Imcine, y los actores, productores y directores de producciones como la ganadora ‘Año Bisiesto’, ‘Somos lo que hay’ y ‘Revolución’ compartieron su parte de spotlight.
Más allá de lo que los medios de espectáculo intentan cubrir, generalmente al estilo tabloide, hubo mucha tinta y pixeles dedicados exclusivamente al ámbito profesional de los involucrados. Eso es de agradecerse. Enviados de alto perfil como Loret de Mola, ayudaron a permear la información del cine mexicano más allá de su público habitual. Nuevos nombres entran al inconsciente colectivo. En medios internacionales se habló muchísimo de la nueva generación de cineastas y de la calidad internacional de las películas nacionales. Si bien, todos coinciden que Iñárritu está ya en ‘otra liga’ (y así lo demostró con el estreno coincidente de su producción para Nike, que dejó al planeta boquiabierto), hay grandes oportunidades abriéndose para los que trabajan en el cine hecho en México -Micheal Rowe, el director ganador de la Cámara de Oro es Australiano, aunque la película sea mexicana.
Cuando la gente empieza a demandar atención a la industria cinematográfica, más allá de las noticias sensacionalistas, los medios responden con más contenido. Ese círculo virtuoso ayuda en última instancia al awareness de las películas a la hora del estreno y su desempeño en taquilla. Es promoción masomenos gratuita y que ayuda a una industria sin mucho presupuesto -o visión- en ese rubro. En el cine nacional no hay los presupuestos para junkets o conferencias de prensa con “regalos” caros a los periodistas como lo practica Pedro Torres en sus road shows con ‘Mujeres Asesinas’, que suele regalar televisiones, blu-rays y demás aparatos a los domesticados y complacientes reporteros de la fuente. Y esto, más que levantar juicios moralinos, causa envidia en los departamentos de prensa y relaciones públicas de las productoras y distribuidoras. Entonces, la única zanahoria para ofrecerles a los medios es lo “caliente” de tal o cual película, o actor o director. Y de ahí para adelante sembrando el reconocimiento de gente, que poco a poco irá construyendo su nombre más allá de los aparatus mediáticos de una telenovela o los siempre útiles escándalos.
Para eso sirvió muy bien Cannes. La gente vio fotos y entrevistas de mucha gente nueva que no estaba en sus radares y que ahora sabe que es gente que está siendo reconocida en otros países. Las redes sociales están ayudando mucho en esto. Un tuit de días pasados demostraba eso: “...qué bueno que ya hay mejor calidad en el cine mexicano, ya se estaba como que estancando...” clamaba una chica sumándose a los hastags de temas en Twitter como #cannes o #iñárritu. Eso suma boca a boca y hace mejor taquilla. Casi pese a las distribuidoras y exhibidoras nacionales.
En el ámbito de los negocios también Cannes rindió sus frutos. Películas como ‘Abel’ o ‘Año Bisiesto’ lograron entrar a mercados internacionales europeos con presencia importante a través de distribuidores como Celluloid, Pyramide, Match Factory, BIM o WildBunch. Lo cual va creando relaciones a mediano y largo plazo que permiten un flujo constante de material hacia otros países. ‘Año Bisiesto’ espera estrenar, tan sólo en Francia, con entre 50 y 60 copias. Un número muy respetable para una película considerada ‘pequeña’. ‘Abel’ en México, vía Videocine, estrenará con 60 copias como comparación.
Imcine tuvo varios logros siendo invitado a festivales en Japón, Dubai y Abu Dhabi. Además de participar activamente en el programa europeo Media e Ibermedia que ayudan a fondear coproducciones. Todo esto abre la puerta a colaboraciones multinacionales futuras, desde cosas como la participación de Bárbara Mori en Bollywood, hasta el uso del Incentivo de Producción recién creado para producciones de más de 70 millones y que ya puso a productoras de Estados Unidos y Francia a considerarlo seriamente.
Además de estos lazos comerciales, un número de organizadores y promotores de festivales nacionales, como Ambulante, Morelia o Expresión en Corto, compraron y vendieron películas, documentales y ficción, largometrajes y cortometrajes en el Mercado de Cannes, uno de los más importantes del mundo también. Incluso de la mano de la compañía de cosméticos Avon, se lanzaron convocatorias mundiales de producción. En el Shortfilm Corner también hubo presencia nacional este año con una muestra de cortos nacionales por el Festival Expresión en Corto y con una comitiva de nuevos participantes, entre ellos 30 cortos animados, de igual número de autores. Todas éstas son semillas que se dejan y pequeñas veredas que se van abriendo y creciendo para lograr una mayor presencia año con año.
Muchos medios internacionales comentaron que hace 10 años, en Cannes, se presentó González Iñárritu con una ópera prima llamada Amores Perros, con actores completamente desconocidos para la comunidad internacional. Hoy, 3 de esos participantes recibieron: uno, standing ovation de 9 minutos, otro, una presidencia de jurado y el tercero, el actor Gustavo Sánchez Parra, la Cámara de Oro como premio a su película.
¿Qué cosecharán en 10 años todos los participantes mexicanos de Cannes de este año?
Oliver Meneses
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